El Sistema Defensivo del Aparato Respiratorio
El aire que respiramos a diario no es puro ni limpio. Contiene una amplia gama de partículas que pueden afectar nuestra salud. Estas partículas incluyen minerales, materiales orgánicos, gases, humos tóxicos, microbios, polvo e innumerables sustancias químicas. Debido a esta contaminación, nuestro cuerpo ha desarrollado un sistema de defensa complejo y eficiente dentro del aparato respiratorio, encargado de protegernos de estas impurezas.
Mecanismos de Defensa en la Nariz
Cuando el aire ingresa por la nariz, se somete a varios procesos mecánicos que ayudan a purificarlo. Uno de los principales mecanismos es la acción de los cilios. Estos diminutos filamentos, que se encuentran en las paredes internas de las fosas nasales, funcionan de manera coordinada para conducir el aire de forma pausada hacia una región clave dentro de la nariz: los cornetes.
Los cornetes son estructuras que se asemejan a turbinas llenas de sangre, cuyo propósito es calentar y limpiar el aire que pasa a través de ellas. Al circular por estas estructuras, el aire se somete a un proceso de calentamiento, lo que es fundamental para mantener el equilibrio térmico en el organismo y evitar que el aire frío llegue a los pulmones, algo que podría ser perjudicial para la salud respiratoria.
La importancia de las Secreciones en los Cornetes
Además de la acción de los cilios, la nariz cuenta con otro mecanismo esencial: la producción de una secreción serosa por parte de una serie de glándulas especializadas. Esta secreción tiene una doble función. En primer lugar, baña los cornetes, lo que facilita el deslizamiento del aire a través de ellos. En segundo lugar, esta sustancia ayuda a eliminar impurezas atrapando partículas que podrían llegar a los pulmones, impidiendo que causen daños en las vías respiratorias.
Es gracias a este complejo sistema que el aire que llega a los pulmones ha sido filtrado, humedecido y calentado, lo que reduce en gran medida la posibilidad de que sustancias peligrosas entren al cuerpo y provoquen infecciones o complicaciones respiratorias.
El aparato respiratorio superior no funciona de manera aislada, sino que está en comunicación constante con otros sistemas del cuerpo. Un ejemplo claro es la relación entre las fosas nasales y los oídos. Debido a esta conexión, es común que cuando ocurre una afección en las fosas nasales, como una infección, esta se extiende a los oídos, causando molestias en ambos órganos al mismo tiempo.
También existe una comunicación entre las fosas nasales y ciertas regiones del cráneo. Esta conexión puede derivar en complicaciones graves si una infección nasal no es tratada adecuadamente. Una de las complicaciones más peligrosas es el desarrollo de un empiema o absceso cerebral, lo que demuestra la importancia de cuidar la salud nasal y de tratar cualquier afección a tiempo.
Causas de infecciones nasales
Existen numerosas causas y factores que pueden desencadenar afecciones en la nariz y, por fin, en el sistema respiratorio. Entre las causas más comunes se encuentran los virus, hongos, microbios y alergias. Las infecciones dentales también pueden provocar problemas en la nariz, ya que las raíces de algunos dientes están cerca de los senos paranasales.
Otros factores que influyen en el desarrollo de afecciones respiratorias incluyen el tabaquismo, la rinitis, ciertos medicamentos y la presencia de pólipos nasales. Asimismo, la contaminación ambiental y la exposición a sustancias irritantes, como el cloro en piscinas, agravan los problemas nasales.
En algunos casos, los niños introducen cuerpos extraños en sus orificios nasales, lo que puede causar infecciones. Estos objetos pueden ser granos, hilos, botones o incluso los dedos, lo que facilita la entrada de microbios y partículas que no deben estar en las vías respiratorias. En el hogar, muchas de las sustancias químicas que utilizamos para desinfectar, como aerosoles e insecticidas, dañan la mucosa nasal, facilitando la aparición de infecciones.
Síntomas de Sinusitis
–Presencia de secreciones o moco de color verde amarillento.
–Se puede experimentar obstrucción en una o ambas fosas nasales, lo que causa dificultad para respirar adecuadamente, estar ronco o roncar al dormir.
-Mal olor en la fosa nasal, especialmente cuando hay infecciones activas.
-El tabique nasal está torcido o desviado.
–La sinusitis en varios casos se presentan en forma alarmante, fiebre elevada, malestar general y dolor en la nariz. También es frecuente que haya irritación en la cara y secreciones que, en ocasiones, contienen sangre. Los pacientes que padecen estas afecciones suelen respirar por la boca y roncar con fuerza durante la noche.
Complicaciones de la Sinusitis
La infección pueden expandirse a las cavidades vecinas, originando rinitis o inflamación.
De la nariz, oído, garganta, amígdalas, o de laringe originando la ronquera o disfonía, y luego a los bronquios y pulmones. En operados de las amígdalas a edad temprana, se observa con mayor incidencia asma bronquial y bronquitis a repetición.
La infección puede invadir la sangre y sembrarse en la piel.la infección puede irse a los ojos y hasta los propios huesos.
Tener sinusitis es realmente un problema serio y más para el médico por la dificultad de acceso a esas estructuras. Hoy se ha hecho menos difícil por la existencia de los métodos endoscópicos nasales.
Signos diagnósticos de la Sinusitis
El médico otorrinolaringólogo observará secreción oscura, cornetes inflamados y confirmará la existencia de dolor.
El médico otorrinolaringólogo puede realizar transiluminación (lámpara) que es útil si es asimétrica ó radiografía de senos paranasales, endoscopias nasales, citología nasal, ultrasonidos y hasta tomografías computadas o resonancia magnética en los casos de sinusitis etmoidal para hacer su diagnostico. Se realizan cultivos, seguimiento bacteriológico para descartar deferentes infecciones.
Dolor y otras complicaciones
El dolor es un síntoma clave en las infecciones nasales. No solo se presenta en la nariz, sino también en los oídos, la cabeza y los dientes, lo que puede confundir incluso a los médicos más experimentados. Estos dolores suelen ser intensos y persistentes, lo que afecta la calidad de vida del paciente.