La inmunoterapia específica consiste en la administración de los extractos alergenicos a pacientes con enfermedad alérgica para alcanzar la tolerancia clínica a los alérgenos causantes de la enfermedad. Constituye en la actualidad el único tratamiento etiológico de la alergia respiratoria. Un documento de la opinión de la Organización Mundial de la Salud en 1997 define la inmunoterapia como “ La única forma de tratamiento capaz de modificar el curso natural de las enfermedades alérgicas “.
Cuando una total evitación del alérgeno no es posible con medidas que permitan al paciente llevar a cabo una vida normal, el tratamiento farmacológico puede ayudar a controlar los síntomas, pero este control desaparece de forma inmediata tras su interrupción. Sin embargo, existe la posibilidad de mejorar el cuidado del asma con un tratamiento específico de alérgeno, la inmunoterapia puede desviar la respuesta más protectora con una mejoría persistente disminuyendo los síntomas y la necesidad de tratamiento farmacológico.
La inmunoterapia específica induce modificaciones clínicas, biológicas y funcionales favorables en el curso del asma alérgica.
Diferentes trabajos apoyan una duración óptima de la inmunoterapia específica para el asma alérgica entre 3 y 5 años para conseguir la máxima eficacia terapéutica. Se ha observado una relación directa entre la duración del tratamiento y la persistencia de su acción. Además, la precocidad en la instauración del tratamiento favorece su eficacia.
El tratamiento integral del asma alérgica comprende del control ambiental, la educación del paciente, el tratamiento farmacológico y la inmunoterapia siempre que esta sea posible.
El asma bronquial es una de las enfermedades de mayor prevalencia en todo el mundo. Se trata de una enfermedad multifactorial en la que interaccionan factores hereditarios y ambientales, como un patrón hereditario complejo. Se han ligado diferentes cromosomas o regiones cromosomales al adecimiento del asma. Además se conocen genes respuesta al tratamiento farmacológico del asma, son los llamados farmacogenes, que se hacen aun más extenso el polimorfismo de los genes ligados a esta enfermedad.
Diferentes factores desencadenantes alérgicos y no alérgicos interactúan y dan lugar a la aparición de inflamación crónica de las vías aéreas que cursan con episodios recurrentes de la dificultad respiratoria con tos y sibilantes torácicos asociados con obstrucción al flujo aéreo, que es a menudo reversible espontáneamente o con tratamiento.
Una característica del asma, aunque no exclusiva de esta enfermedad es la hiperreactividad de la via aérea a una variedad de sustancias inhaladas, aire, frio, irritantes, hiperventilación o ejercicio. Contribuyen a una respuesta el polimorfismo genético, la inflamación de la via aérea y el ritmo circadiano. La exposición a alérgenos, cursa con una respuesta inflamatoria alérgica inmediata que con frecuencia se acompaña de una respuesta tardía.
La inmunoterapia específica con alérgenos consiste en la administración de extractos alergenicos para modificar la respuesta inmunológica a ellos y así disminuir o abolir los síntomas asociados a su exposición. El tratamiento es específico, con y para los alérgenos responsables de los síntomas. La inmunoterapia específica fue introducida por Leonard Noon en 1911 para el tratamiento de la fiebre por heno. La mayoría de los principios básicos descritos por Noon y Freedman en 1911 siguen siendo hoy en día validos.
Los objetivos fundamentales en el tratamiento con inmunoterapia son reducir la respuesta a la exposición a los alérgenos y prevenir el desarrollo de asma persistente. Ya que el inicio del asma suele ser con frecuencia en la niñez y la adolescencia y que la atopia es uno de los factores predisponentes más importantes para el padecimiento de asma la inmunoterapia debe considerase como el tratamiento imprescindible del asma alérgico en niños.
Según la Organización Mundial de la Salud la inmunoterapia es el único tratamiento etiológico del asma alérgica y el único que modifica el curso natural de la enfermedad.