𝘼𝙡𝙚𝙧𝙜𝙞𝙖𝙨 𝙮 𝘼𝙣𝙩𝙞𝙖𝙡𝙚́𝙧𝙜𝙞𝙘𝙤𝙨.

Se conoce como reacción alérgica o de hipersensibilidad al proceso por el que un individuo reconoce como extraña una sustancia, denominada alérgeno, que siendo inocua para la mayoría de la población, induce en éste una respuesta desproporcionada de su sistema inmunológico y da lugar a una serie de manifestaciones clínicas características.

ALÉRGENOS

Son las sustancias responsables de una reacción alérgica, en realidad, cada agente causante de alergia contiene más de un alérgeno, normalmente proteínas (solas o en combinación con moléculas glucídicas), de modo que cada paciente alérgico suele estar sensibilizado a varios alérgenos de éste.

  1. Inhalantes o neumoalérgenos: Habitualmente, la exposición a este tipo de agentes es mantenida y da lugar a enfermedades alérgicas en los órganos diana expuestos al aire (en los bronquios, asma bronquial y otras enfermedades alérgicas respiratorias; en la nariz, rinitis, poliposis y sinusitis, y en los ojos, conjuntivitis). Dentro de este grupo se pueden distinguir los típicos de interior (ácaros domésticos, pelos, escamas, saliva, orina o heces de animales de compañía, hongos, ocupacionales —harinas, maderas, enzimas, látex o aquellos que se asocian más frecuentemente con los espacios exteriores (pólenes, hongos).
  2. Contactante: El contacto con la piel de determinados agentes puede provocar, de forma inmediata, una reacción local, tipo habón, denominada urticaria de contacto, que, a veces, se asocia a urticaria generalizada, asma y/o anafilaxia. Esto ocurre típicamente con el látex, pero también con alimentos (frutas, mariscos, pescados) o ciertos inhalantes, como epitelios de animales.
  3. Por ingestión o inoculación: El contacto con el alérgeno, en pacientes sensibilizados por ambas vías de exposición, da lugar a reacciones alérgicas habitualmente agudas con distintas manifestaciones clínicas. Dentro de los alérgenos por ingestión se encuentran: alimentos y aditivos alimentarios (huevo, leche, pesca-dos, mariscos, frutas, frutos secos), parásitos (Anisakis), medicamentos (penicilinas, sulfamidas, quinolonas, macrólidos, analgésicos).

ENFERMEDADES CAUSADAS POR ALÉRGENOS.

Inhalantes Contactante
Asma bronquial Urticaria/Angioedema
Rinitis alérgica Dermatitis atópica
Conjuntivitis alérgica Dermatitis de contacto alérgica
Poliposis nasal Anafilaxia
Sinusitis alérgica  
Otitis alérgica  

TRATAMIENTO.

El tratamiento de los procesos alérgicos puede enfocarse desde tres grandes perspectivas: preventiva, sintomática o etiológica. El tratamiento preventivo es el basado en el control ambiental, la desalergización o la evitación del agente causal de la reacción alérgica. Indudablemente, resulta el más efectivo pero, por desgracia, no siempre es factible.

  1. Cromonas (cromoglicato y nedocromil): Sus efectos son esencialmente preventivos, por lo que deben ser utilizados de forma continuada, al menos cuando sea previsible una exposición al alérgeno. Los efectos secundarios de esta familia de fármacos son infrecuentes y de poca intensidad y reducen náuseas y cefaleas con el tratamiento inhalado.
  • Antihistamínicos: Se utilizan para el tratamiento sintomático de muchas enfermedades alérgicas, sobre todo, para el trata-miento de rinitis, conjuntivitis, eccema y urticaria alérgicas. Los antihistamínicos mejoran la sensación de picor, lagrimeo, estornudos e rinorrea, no obstante, no tienen ningún efecto sobre la congestión nasal, por lo que deberán ser utilizados concomitante-mente con descongestivos nasales, en aquellos casos de rinitis en los que se presente este síntoma.
  • Broncodilatadores: muy útiles para el abordaje de las crisis de asma, puesto que su efecto se instaura de forma casi inmediata tras su administración y se mantiene, aproximadamente, durante 6 horas; y los de larga duración (salmeterol), de efecto más lento, pero que se mantiene durante medio día.
  • Corticoides: Los corticoides orales o inyectables deben ser empleados bajo supervisión facultativa, ya que un uso inadecuado puede provocar el desarrollo de efectos secundarios graves de diversa índole (elevación de azúcar y/o tensión arterial, alteraciones del metabolismo del calcio, debilidad muscular). Los corticoides inhalados o nebulizados (budesonida, fluticasona, beclometasona propionato, triam-cinolona), son el tratamiento de elección en el abordaje del asma y rinitis por su elevada ratio de eficacia en la patología obstructiva.
  • Tratamiento etiológico: Básicamente se trata de la inmunoterapia o hiposensibilización (popularmente conocido como «vacunas de alergia»), única manera conocida actualmente para disminuir la respuesta del individuo alérgico frente al alérgeno y modificar el curso natural de la enfermedad alérgica. El concepto de la hiposensibilización se fundamenta en la idea de que la administración de dosis crecientes de un extracto alergénico lleva a la formación de anticuerpos bloqueadores que se fijan al alérgeno antes de que éste llegue a unirse a las IgE de la superficie de los mastocitos, evitando así su desgranulación.